(LM NEUQUEN) – La recomposición del barril y del surtidor incrementaron los ingresos de la petrolera nacional. Tuvo un fuerte crecimiento en Vaca Muerta.

YPF reportó un balance con ganancias de 657 millones de dólares, impulsadas por la fuerte recomposición de precios del crudo y de los combustibles. Luego de un cierre de 2023 muy duro en términos financieros por el efecto de la revaluación de activos de sus campos maduros, el primer trimestre del año vuelve a mostrar unas finanzas ordenadas en la mayor petrolera del país.

El resultado neto representó una suba del 93% respecto al mismo período del año anterior, lo que se explica por diversos motivos en ingresos y gastos. Entre los primeros, se destaca un gran crecimiento de las ventas de nafta (14,5% interanual), venta de combustibles al mercado externo (44,9%) y un salto del 10,9% en las ventas de crudo.

“Los ingresos totalizaron casi US$2 mil millones en el 1T24 (+14% t/t), especialmente impulsados por la recuperación de los precios de crudo (+15%), junto a un mayor volumen de crudo vendido (+2%), como resultado de un mejor contexto de precios en el mercado local, mientras que la contribución del gas natural se mantuvo prácticamente igual al trimestre anterior”, analizaron en la empresa en comparación con el último trimestre del 2023.

En cambio, la venta de gasoil cayó un 4% interanual y afectó en sentido inverso al ser el componente más importante en la torta de ingresos de la compañía del downstream con un 41% del total.

YPF crece en Vaca Muerta

Parte de esta mejora se sostiene en una mayor producción del crudo (7%), especialmente explicada por el componente del shale oil (21,5%) que logró compensar la baja del convencional (-1,7%).

El gas, por el contrario, cayó su producción en un 0,2% interanual por la fuerte baja del convencional y del tight (14,6% y 3,4% respectivamente), que no pudo ser revertida por el incremento del shale (7,8%).

En cuanto a los gastos, los costos de extracción cayeron un 12% principalmente debido a menor presión de costos en moneda local, como consecuencia de la fuerte devaluación de finales de 2023, así como al aumento de la producción shale y a las ya mencionadas eficiencias de costos. “Nuestros bloques convencionales promediaron US$21,5/BOE (-16% t/t), mientras que las actividades no convencionales alcanzaron US$4,6/BOE (-8% t/t)”, destacó el comunicado oficial.

Finalmente, los resultados financieros netos representaron una pérdida de 259 millones de dólares debido al impacto extraordinario de la devaluación y, en menor medida, a menores ganancias por tenencia de instrumentos financieros en el 1T24.

El impuesto a las ganancias fue positivo y ascendió a 121 millones de dólares cuando en el trimestre anterior había sido negativo por 860 millones por la reducción de los pasivos por impuestos diferidos. “En consecuencia, el resultado neto volvió a ser positivo en US$657 millones (frente a una pérdida de US$1.861 millones en el 4T23) y el EBITDA Ajustado alcanzó los 1.245 millones, un 19% más que en el primer trimestre del 2023.