La nafta perdería 40 puntos contra la inflación cuando termine Precios Justos

El tormentoso aumento de combustibles de esta semana despejó los rumores de congelamiento, pero lejos estuvo de aliviar el panorama crítico que proyectan las refinadoras a partir de una disparada de costos que no puede ser trasladada a surtidor. (ELESTACIONERO)

Desde el lanzamiento del programa Precios Justos en diciembre del 2022, donde se trazó un sendero de aumentos mensuales del 4% (a excepción del 3,8% de marzo), las naftas perdieron unos 25 puntos contra la inflación y, según a las proyecciones del mercado, la pérdida llegaría los 40 puntos en agosto cuando finalice el acuerdo (36,6% de aumento de combustibles contra una inflación proyectada del 76,2% durante este período).

Para el consultor petrolero Marcelo Chimienti, el propio lanzamiento del programa fijaba un piso de inflación y validaba un alza de precios del 5% o 6% mensual hasta agosto. El problema es que “hace dos meses atrás, la proyección de inflación para 2023 era de 110% y hoy ya es del 145% con un pronóstico muy incierto”.

“Con inflación marchando al doble de tasa que la actualización acordada, se deprime aún más el precio en dólares de los combustibles. Sin dudas va a haber reacomodamiento de márgenes. El sector no está ajeno a la enorme distorsión que genera los actuales índices de inflación, y a la incertidumbre del efecto de una corrección discreta del tipo de cambio en el precio final de combustibles”, coincide Alejandro Einstoss, economista miembro del Instituto Mosconi, en diálogo con este medio.

En la misma línea, Bernabé Mayor, Gerente de Downstream de Refipampa, afirmó en el ciclo Ámbito Debate que la implementación de Precios Justos “dista un poco de la realidad argentina”. “Aumentar el precio un 4% contra variables que corren por arriba todos los meses obviamente que es un deterioro en el margen que se va viendo día a día”.

Entre las principales variables que componen los costos del Downstream se destacan las paritarias salariales, el índice de costos logísticos FADEEAC que evolucionó incluso por encima de la inflación y, sobre todo, la devaluación del tipo de cambio oficial a partir del cual las refinadoras pagan el barril de crudo local.

A partir de allí es que una de las pocas alternativas que le queda a la industria de refino es profundizar la negociación a la baja del barril local que ya se venía observando la semana anterior. Una solución que arrastraría el problema aguas arriba hacia todas las productoras del Upstream, que verían sus ingresos disminuidos. “Quizás haya una renegociación de precios del crudo en puerta refinería”, dice Einstoss.

“El congelamiento era ridículo y por suerte primó la razón. Pero tenemos el precio más bajo en precios constantes de los últimos 10 años y si esta semana YPF no aplicaba el aumento, se hubiera producido una situación de desabastecimiento en sus estaciones hasta cascadear a las otras estaciones de petroleras privadas que iban a aumentar igual”, indicó a Más E un técnico ejecutivo de una importante refinadora.

Otro camino posible que imaginan analistas del sector es que se intensifiquen los incumplimientos de Precios Justos que ya fueron registrados en varias provincias del país con aumentos que llegaban a duplicar la pauta permitida. Especialmente, si la incertidumbre electoral provoca una mayor escalada cambiaria que termine arrastrando todos los costos del Downstream a un nuevo nivel.